Esto permitirá financiar las matrículas mínimo durante los próximos dos semestres académicos de los estudiantes de la Universidad Surcolombiana de los estratos 1,2,3 y 4.
El diputado Alexander Vargas y los concejales Jorge Ramírez y Deiby Martínez, mediante comunicación solicitaron a los representantes a la Cámara de la misma Colectividad Julio César Triana y Carlos Cuenca, presentar un proyecto de ley con el aval del gobierno y carácter urgente, para que los dineros recaudados por concepto de la Estampilla Prousco, se puedan destinar al financiamiento de las matrículas mínimo durante los próximos dos semestres académicos de los estudiantes de la Universidad Surcolombiana de los estratos 1,2,3 y 4.
El concejal Deiby Martínez, agregó que la solicitud obedece a la crisis económica que vive el Huila, afectando a padres de familia y estudiantes de la Usco, por lo que se hace necesario apoyar a los jóvenes del Huila y evitar que se aumenten los índices de deserción estudiantil en el Centro de educación superior más importante de esta región del país.
En ese sentido, solicitan a la bancada de Cambio Radical en el Congreso de Colombia, analizar y presentar proyecto de ley que reforme al Artículo 2 de la ley 1814 de 2016, por la cual se renovó y adicionó la estampilla pro-desarrollo de la Universidad Surcolombiana. Los dirigentes además se basan en las cifras otorgadas por universidades del país, las cuales revelan que inscripciones de nuevos estudiantes universitarios tuvo una caída en el registro del 70% con relación a las inscripciones efectuadas para el primer semestre académico del año en curso.
Y es que Según el DANE, la deserción estudiantil en el nivel de la educación superior para la universidad pública y privada en el Huila, estará directamente afectada por la pérdida del empleo del núcleo familiar sobre todo en los estratos sociales 1,2 y 3, ligados a ocupaciones como la de obrero, empleados domésticos, empleado particular y empleado por cuenta propia.
La eventual y pronosticada deserción universitaria que se prevé tenga altos índices en el segundo semestre del 2020 y primer semestre del año 2021, tendría un efecto colateral negativo sobre la contratación de personal, docente catedrático, técnico y profesional ante la disminución de la demanda estudiantil en el claustro universitario.