Jair Muñoz Gallardo, habitante de la vereda Cachipay, fue visto por última vez cuando hombres armados lo obligaron a marcharse en el centro poblado de Belén. Autoridades aún no han podido ingresar a la zona por el control de estructuras ilegales.
La comunidad del centro poblado de Belén, en el municipio de La Plata, Huila, atraviesa momentos de incertidumbre tras la desaparición de Jair Muñoz Gallardo, campesino de la vereda Cachipay, quien habría sido retenido por sujetos armados presuntamente integrantes de las disidencias de las Farc.
De acuerdo con testigos, el hombre fue obligado a abandonar la zona por un grupo de encapuchados con rumbo desconocido. Aunque algunos habitantes temen que haya sido asesinado y su cuerpo arrojado al río Aguacatal, hasta el momento no se ha logrado establecer su paradero.
Este hecho se suma al doble homicidio de Mauro Cruz y Doris Muñoz Gallardo, ocurrido el pasado 23 de agosto en la misma región. La situación evidencia el nivel de riesgo que enfrenta la población, pues, según los pobladores, la Fuerza Pública no ha logrado ingresar debido al control de estructuras armadas que mantienen retenes ilegales, realizan requisas a los habitantes y distribuyen panfletos alusivos al grupo insurgente.
Ante la ausencia de instituciones estatales, han sido los propios familiares y vecinos quienes adelantan labores de búsqueda, mientras que los organismos de socorro se abstienen de acceder al área por falta de garantías de seguridad.
Se presume que la zona estaría bajo dominio del frente Hernando González Acosta, facción perteneciente al Estado Mayor Central, liderada por alias “Iván Mordisco”.
En medio de este panorama, la violencia no da tregua en La Plata. El pasado 20 de agosto, Sigifredo Sánchez Maldonado, de 67 años, fue asesinado durante una reunión en la escuela de la vereda La Aurora. Dos días después, Ramiro Tunubala Lameche fue ultimado en la vereda Alto Cañada.
La población insiste en su llamado urgente a las autoridades nacionales: mayor presencia del Estado y garantías de seguridad para enfrentar la escalada violenta que azota al sur del Huila.
